En el centro de la
gestión de la información se encuentra la gestión de la documentación (la
información que queda plasmada en documentos) y que pude ser interna, externa o
pública. La gestión documental radica en procedimientos que permiten la gestión
y el acceso relacionado a información generada en una organización, y a la vez
existiendo una relación estrecha en el uso de tecnología, convirtiéndose en una
herramienta ágil y eficaz. Las organizaciones necesitan un sistema
computarizado para acceder y consultar frecuentemente la información archivada.
Día a día se habla
mucho de gestión del conocimiento, presentándola como una tendencia de futuro
imprescindible para encarar los retos de la sociedad de la información. Y en
efecto la información es necesaria y se vuelve efectiva cada vez que haya o
exista una buena forma de almacenar y recuperar los documentos. Con la ayuda de
la tecnología los documentos se conservan debidamente ordenados y clasificados. Este mantenimiento
proporciona información sobre el funcionamiento y los asuntos de la
organización. Estos archivos serán eficaces cuando se encuentre rápidamente lo
que se busca.
Puede
existir un perfecto modelo de gestión de la información, pero si los individuos
no lo utilizan es imposible que se cree conocimiento, para gestionar el
conocimiento hay que tener en cuenta que este no se produce sólo, sino que
deben intervenir procesos y personas. Siendo esto la importancia de los
documentos y de la información, lo que estimula a buscar nuevas soluciones
innovadoras que ofrezcan ventajas y valor añadido sobre los sistemas
tradicionales de archivo y almacenamiento.
REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA
Ponjuán, Dante, G.
(2004). Gestión Documental y Gestión de Información. Cap. VI. En Gestión de Información: Dimensiones e
Implementación para el Éxito Organizacional (pp. 127-145). Nuevo Paradigma.
Rosario-Argentina.
Elaborado por: Bach.
Carmen Elena Alvarado Peña.
Estudiante de Bibliotecología
Estudiante de Bibliotecología
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